jueves, 17 de diciembre de 2009

Una apuesta firme por el medio ambiente







Desde que plantamos las primeras viñas allá por 1990 siempre hemos tenido clara nuestra apuesta por cuidar al máximo nuestro entorno. Un respeto que se refleja ya claramente en el cultivo del viñedo, con la práctica de una agricultura integrada que utiliza al máximo los recursos y los mecanismos de regulación naturales y asegura, a largo plazo, una agricultura viable y sostenible. Un modelo en el que los métodos biológicos, las técnicas de cultivo y los tratamientos son escogidos con esmero y en base a la racionalidad y buscando un equilibrio entre el medio ambiente, las exigencias sociales y la rentabilidad, porque tampoco hay que ser más papistas que el Papa.

Uno de los objetivos es reducir al mínimo el impacto medio ambiental del uso de productos químicos tanto en viñedo como en bodega, en nuestro caso únicamente tratamos si hay un riesgo importante de que se produzca enfermedad ó detectamos algún indicio de plaga en alguno de nuestros puntos de control.


Ahora acabamos de dar un nuevo e importante paso en esta cruzada verde con la obtención de la certificación ISO 14001: 2004 para nuestro sistema de gestión medioambiental, que viene a sumarse a la ISO 9001 que nuestro sistema de calidad exhibe ya desde 2005, siendo una de las primeras bodegas de España y una de las pioneras de la Denominación de Origen Ribera del Duero en obtenerla.

Esta acreditación asegura que la bodega aplica minuciosos controles dirigidos hacia un mejor aprovechamiento de los recursos así como una minimización de los residuos que genera el proceso productivo. Y para nosotros es un orgullo porque somos una de las pocas empresas vitivinícolas del mundo en que el alcance de ambas certificaciones internacionales contemplan, además del proceso en bodega y la comercialización, también el viñedo
.
He de confesar que desde comenzamos a trabajar para implantación allá por 2008 los trámites han resultado más fáciles de lo que esperábamos, porque ya estábamos haciendo las cosas bastante bien, aunque sí ha supuesto un esfuerzo inversor tremendo porque, junto a medidas adoptadas para la reducción del consumo energético, hemos cambiado la depuradora para ampliarla y ahora todo el agua que utilizamos para la limpieza de la bodega es el mismo que tras la depuración reutilizamos para riego, de esta forma conseguimos cerrar el ciclo, no haciendo ningún vertido.

Lejos de un simple reconocimiento que invite a la relajación, la certificación constituye la adquisición de un nuevo compromiso por continuar haciendo bien las cosas de cara a legar a las generaciones venideras un mundo habitable en línea con la filosofía de siempre ha defendido la bodega, que no es otra que tratar de mejorar nuestro entorno. Con el vino pues tratando de aportar un poco de felicidad y de alegría y mejorar la comunicación, y con respecto al tema medioambiental tratando de tener un impacto en el medio que nos rodea a ser posible nulo. Nuestra huella ecológica habla por nosotros.

martes, 24 de noviembre de 2009

Momento artístico









En los momentos de menor ajetreo en la bodega suelo aprovechar para liar el petate y, como ya he comentado en alguna ocasión, coger carretera y manta para visitar a nuestros comerciales y clientes a lo largo y ancho del país, sin olvidar por supuesto el extranjero, porque aquello del buen paño en el arca se vende hace ya tiempo que pasó a la historia y los competidores aprietan como bien se encargan de recordar insistentemente los departamentos de marketing y publicidad.

Hace dos semanas anduve por Huesca, que estaba bastante revolucionada ante el inicio del mediático juicio por el asesinato del alcalde de Fago, y la pasada me trasladé a Cataluña, donde Martín Berdugo tiene una importante presencia avalado por una excelente relación calidad-precio.

Me gustan estos viajes porque permiten conocer de primera mano las opiniones de los consumidores sobre nuestros vinos y en ocasiones deparan agradables sorpresas. Una de ellas, totalmente inesperada, tuvo lugar el martes durante la visita al Colmado 1917 (C/ De Granius, 2. Terrassa. Tfno: 93 733 80 98), un entrañable establecimiento de Tarrasa que regenta el siempre atento matrimonio que forman Laura y Juanjo. Una reducida tienda y degustación de productos artesanales que figura recomendada en todas las guías entre los locales donde comer y tapear bien y barato en Barcelona, en cuya carta figura Martín Berdugo.

En el interior se encontraba un grupito de clientes habituales, que conocían ‘de vista’ nuestro vino –el diseño de nuestras etiquetas no pasa desapercibido- pero que nunca lo habían probado, y aprovechamos para abrir un botellón de cinco litros que hizo que la ‘comunión’ fuera prácticamente inmediata. En un principio la gente catalana se muestra algo distante con los foráneos pero en el momento que el vino empezó a surtir su efecto balsámico, se acortaron las distancias, se fueron evaporando los prejuicios y acabamos pasando una divertidísima y deliciosa velada hablando de lo divino y lo humano..

Al final conseguimos seducirles y terminaron rendidos a los encantos del vino, hasta el punto de que no paraban de hacer fotos las botellas y hasta un matrimonio, Joan y Nuria, se empeñó en que le firmara el botellón y se lo llevó a su casa dedicado como recuerdo. Confieso que en ese instante viví mi particular momento artístico y llegué a sentirme cual Alejandro Sanz firmando un autógrafo en su último CD a la presidenta de su club de fans. Fue alucinante.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Canto al vino y a la música de raíz







Me gusta el folk. Lo confieso pese al injustificable prejuicio que algunos tienen hacia este estilo musical, denostado en otros tiempos en aras a una mal entendida modernidad. Fruto de esta pasión surgió mi amistad con el grupo castellano-madrileño La Musgaña, con una trayectoria de más de dos décadas a sus espaldas y ocho trabajos discográficos registrados, y acaba de nacer un proyecto de colaboración entre Martín Berdugo y esta entrañable formación.

Pero además es que son muchas las similitudes entre esta banda y la filosofía de la bodega. Ellos se basan en la tradición instrumental de Castilla y León pero apostando por la renovación, enriqueciéndola con influencias atlánticas y mediterráneas, y aderezándola con arreglos y ritmos actualizados. Si se están reinventando continuamente dando un nuevo sentido a la música de nuestros antepasados, creo que vamos de la mano ahondando en nuestras raíces ya que en nuestro caso tratamos de hacer lo mismo, conjugando tradición y modernidad a la hora de elaborar el vino y adaptando el mensaje de este producto ancestral a los nuevos consumidores.

La Musgaña ha presentado recientemente su último trabajo discográfico, titulado Idas y Venidas, un trabajo repleto de referencias burgalesas y de la Ribera del Duero que cuenta con nuestro apoyo. Hemos querido aportar nuestro granito de arena para llevar alegría a sus conciertos conjugando vino y música, y para que acompañen su gira Martín Berdugo les ha aportado una generosa partida especial de nuestros vinos personalizada con la leyenda:

Es un honor para nosotros acompañar a un grupo de música folk tan admirado y querido por nosotros como es LA MUSGAÑA, en sus IDAS y VENIDAS. Un trabajo discográfico lleno de referencias burgalesas y ribereñas.

En Martín Berdugo también nos sentimos así, nómadas errantes. Una travesía en la que vamos encontrando amigos y descubriendo los pequeños secretos de la felicidad.

La entrega la hicimos el pasado 5 de noviembre con motivo de unos interesantes conciertos didácticos para estudiantes que ofrecieron en Aranda de Duero y una posterior actuación de presentación del CD abierta a todo el público.

Como embajadores que son de nuestra tierra creo que también pueden ser unos excelentes agregados culturales para promocionar el vino. Una colaboración que puede reportar sorpresas el próximo año con motivo de la conmemoración del décimo aniversario de la bodega.

¡Salud y a bailar!

viernes, 30 de octubre de 2009

La cosecha del color y los aromas







Tras un injustificable parón de tres meses retomo este ejercicio de confesión epistolar on-line con propósito de enmienda para que no se vuelva a repetir el ‘interruptus’. Atrás queda el mágico momento del envero cuando allá a comienzos de agosto comienzan a ‘pintar’ las uvas cambiando su color y forma, las siempre cortas vacaciones estivales y los frenéticos preparativos de una vendimia que ha resultado excepcional.

La recolección se ha adelantado unos 7 días a las fechas habituales en Ribera del Duero y tras haber tenido un año muy seco el fruto ha tenido unas características estupendas con un color y unos aromas maravillosos. He de confesar que, a diferencia de los nervios de campañas anteriores por las inclemencias climatológicas, por primera vez en toda la historia de la bodega hemos tenido una vendimia más o menos tranquila, con un tiempo increíble y pequeños episodios de lluvia que nos vinieron incluso bien para descubar. Ha sido una gozada, aunque este año hemos elaborado algo menos de cantidad que el año anterior, pero eso sí con una calidad fabulosa.

Sin querer echar aún las campanas al vuelo, porque por utilizar un símil taurino hasta el rabo todo es toro, todo apunta a que la de 2009 será una cosecha histórica. Sí puedo avanzar que este año las fermentaciones alcohólicas, en las que todos los azúcares del mosto se transforman en alcohol por efecto de las levaduras, han ido estupendamente. Ya hemos descubado y ahora estamos en plenas malolácticas, donde el ácido málico se transforma en ácido láctico por acción de las bacterias dejando los vinos mucho más redondos y elegantes, un proceso que necesita un pequeño aporte de calor, por lo que justamente ahora estamos tratando de mantener la bodega calentita para que arranquen estas segundas fermentaciones.

Al principio costó la extracción, pero la maduración fenólica de la uva ha sido de manual, los hollejos estaban cargados de antocianos –pigmentos naturales (polifenoles) que se encuentran en la piel de las uvas tintas y han salido unos caldos con un color increíble que, junto con la riqueza aromática, quizás es una de las características diferenciales de una añada con la que estamos empezando a soñar.

viernes, 10 de julio de 2009

Un verano en rosa





Sabemos que la vida no es de color de rosa, por mucho que insistiese Edith Piaf con ese punto gorgoteante, pero en Martín Berdugo queremos dar un toque de color a las reuniones entre amigos y qué mejor época que el verano para hacerlo con un vino especial para disfrutar bien fresco: el rosado 2008, un vino que evoca los ambientes estivales..

Estoy especialmente orgulloso de este vino, un genuino Ribera del Duero 100% tempranillo, que elaboramos a partir del sangrado de los depósitos de uvas tintas, cuando el mosto aún no ha tomado un color excesivo, y que no tiene nada que envidiar a sus hermanos tintos.

Para los profanos en la materia os diré que la mayor parte de los aromas y de los colores se encuentran en los hollejos o pieles de las uvas. Si el tinto se mantiene macerando y fermentando en conjunto el mosto junto a las pepitas y las pieles entre 7 y 20 días para que tome mucho color, para el rosado el contacto se limita a unas 48 horas y una vez ha tomado el color suficiente se sangra el depósito y se trasiega únicamente el mosto a otro depósito de acero inoxidable –cuidando mucho que no se airee para evitar oxidaciones- donde, al igual que el blanco, fermentará el mosto en solitario para transformar en alcohol el resto de los azúcares.

En la cosecha de 2008, gracias a una buena selección de las levaduras, se controló perfectamente la dinámica de la fermentación, que se lleva a cabo a temperatura controlada de entre 7 y 10 ºC para mantener todos los aromas. El resultado es espectacular. Un rosado algo más cubierto y con más cuerpo y personalidad que los tradicionales, con un atractivo y brillante color rosa fresón con reflejos guinda que hay que descubrir tras el descorche porque utilizamos una botella verde para protegerlo y que no evolucione con la luz.

Es un vino que sorprende por su intensa riqueza aromática. Hay mucha gente que dice que no le agrada el rosado y cuando lo prueba realmente le chifla e incluso gente que asegura que no le gusta el vino en general ha terminado por claudicar porque es un vino muy frutal, como si te tomaras un caramelo fresquito, casi como un zumo de verano. Entonces gusta un montón y a la gente joven le está apasionando tomado bien fresquito. Es un vino muy goloso, que llena bien la boca, untuoso, muy redondo y fresco porque está muy compensada la acidez.

A mucha gente le seduce ya desde la etiqueta, aunque también he recibido observaciones de algún sector al que no convence y la calificada como demasiado ‘barbie’. Os considero parte del proyecto Martín Berdugo y por eso me encantaría que nos ayudarais a vestir ‘nuestra’ botella aconsejándonos para decidir cuál de las presentaciones que barajamos os gusta más.

No os durmáis porque se trata de una producción limitada de 10.000 botellas. ¡Salud!

martes, 23 de junio de 2009

Blanco del verano













Llegó el verano y coincidiendo con la entrada de la nueva estación –la cuadrilla ha hecho un magnífico trabajo- hemos culminado en el viñedo la poda en verde, una operación fundamental en la que ponemos los cinco sentidos ya que con ella seleccionamos los brotes de los cuales obtendremos la cosecha del año.

Se trata de una reducción de la masa vegetal con la que al mismo tiempo vamos buscando que en un futuro se desarrollen aproximadamente ocho racimos por cepa bien expuestos a la luz y al aire para obtener la mejor calidad en el fruto.

Los racimos ya están totalmente cuajados y, aunque la cosecha está prácticamente decidida, habrá que esperar un poco ya que, según como venga el año para la planta, aún puede ser necesario algún aclareo de frutos, algo que terminaremos de definir cuando el grano de uva tenga tamaño guisante.

Todos los tallos ya están recogidos entre los alambres y me encantaría poderos trasladar la sensación de estar a la sombra de la viña, verde y preciosa, ya con el fruto cuajado bajo sus pámpanos sintiendo el aerecito en la cara.

Así, como la brisa, es nuestro verdejo 2008, fresco y frutal, como zumo para el calor, amarillo como la luz a través de las hojas, huele intenso como fiesta de primavera donde brotes verdes y pétalos se divierten. Un blanco de la Denominación de Origen Rueda del que hemos elaborado 10.000 botellas y que acabamos de lanzar al mercado. Os recomiendo tomarlo bien frío.

martes, 9 de junio de 2009

Entre ‘Cañas y barro’ y ‘Caiga Quien Caiga’













Con la primavera todo se revoluciona y ha aumentado frenéticamente nuestro ritmo. Una agenda que reporta alegrías porque el trabajo bien hecho va dando sus frutos y prueba de ello es la Medalla de Plata obtenida por Martín Berdugo crianza 2006 en el prestigioso concurso Tempranillos al Mundo, celebrado en Estocolmo.

Tanto en la bodega, ante el lanzamiento de los primeros vinos de la cosecha 2009, como en los viñedos, donde ha empezado la poda en verde, estamos ‘a toda máquina’. En mi caso a todo eso se suma que cual correcaminos -¡Bip! ¡Bip!- al que lleva el diablo ‘perseguido’ por el coyote sigo sin poder deshacer la maleta. En mayo participé en Ciudad Real en FENAVIN, la Feria Nacional de Vino, principal cita del sector de nuestro país. Es una muestra deliciosa, en la que te encuentras como en casa porque la organización es inmejorable. Una cita en la que presentamos nuestro stand anticrisis, realizado con las cajas de cartón de nuestros vinos para dar animación. ¡Imaginación al poder! Un éxito porque captó la atención de muchísima gente.

Sin embargo, la situación económica se ha hecho notar. En líneas generales FENAVIN ha estado más floja que en años anteriores y no ha sido muy suculenta en cuanto a contactos comerciales. Otra cosa es a nivel humano, ya que me reencontré con viejos conocidos, y he intercambiado impresiones con gente muy interesante de otras bodegas que coinciden en las enormes dificultades que existen actualmente para comercializar los vinos y, lo que es más importante, lo mucho que cuesta cobrarlo con un nivel de impagos que está por las nubes.

En estas semanas también he girado por Cataluña para visitar a nuestros clientes y prácticamente sin solución de continuidad me desplacé hasta Valencia para dirigir una cata en La Albufera, sobre unas barcazas en plena laguna. Fue alucinante, con unas barracas de fondo que evocaban imágenes de ‘Cañas y Barro’, la mítica serie televisiva de los años 70 basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez, y por otra parte una puesta de sol y unos contraluces que te transportaban a los atardeceres del Café del Mar en Ibiza.

La cata la organizó nuestro distribuidor valenciano Manuel Monzó y aglutinó a un grupo muy importante de hosteleros. Y el ambiente fue casi mágico. La gente salió contentísima porque, al final, por mucho que te cuenten de lo que se trata es transmitir las sensaciones y la cultura que hay en torno al vino y ese objetivo se cumplió con creces. La gente se soltó, se encontró muy a gusto y el vino sirvió de excusa para tener una reunión agradable.

Por otra parte, me llegan noticias de Diego, nuestro hombre en Estados Unidos, quien, cual reportero de ‘Caiga Quien Caiga’, consiguió que José María Aznar probara Martín Berdugo. El ex presidente, que al margen de cuestiones políticas es un gran embajador de los vinos Ribera del Duero y un personaje muy relevante, pasaba por Miami donde se celebraba la Feria Mediterránea en Experience. Diego, que es como un caza recompensas, no dejó pasar la oportunidad. “Me comentó que no conocía la marca, aunque le insistí que creo recordar lo probó en Silos, pero no se acordaba. Además de enviarle una botella a la habitación, lo probó después y luego tuve la oportunidad de charlar con él. Le comenté cual era la estrategia de Martin Berdugo en USA y le alegró saber que poco a poco, las empresas españolas traspasan las fronteras de una forma más activa y no están simplemente a la retaguardia, esperando en casa a que los mercados se abran para ellas”, relata. ¡Misión cumplida!

viernes, 22 de mayo de 2009

Al otro lado del charco (III). Tendiendo puentes en San Francisco, (y no el Golden Gate precisamente)













Superado el susto y apenas conciliado el sueño tocó diana. A las cinco de la mañana, a la carrera al aeropuerto para volar a San Francisco, última etapa del viaje. Antes de coger el avión, repusimos fuerzas y nos apretamos una buena botellita de Martín Berdugo, que tampoco era cuestión de arriesgarse a que nos la requisaran. Avistamos la ciudad de la bahía y el Golden Gate ya por la tarde. Y tras tomar tierra y acicalarnos un poco nos fuimos a una fiesta a la que nos había invitado Carina, una amiga que tenemos en común Diego y yo. Una fiesta muy agradable y que además resultó muy instructiva porque conocimos a gente muy interesante del mundillo como un francés que distribuye los vinos Marqués de Cáceres o el importador de Aalto.

Al día siguiente otra vez carrera de fondo ferial, esta vez en el Bently Reserve. Desde mediodía hasta la siete de la tarde sin parar. En California contamos con Luis, que va a ser nuestro agente y con el que creo que vamos a montar un gran equipo de San Francisco. Los chicos de Wines from Spain nos ayudaron muchísimo, hicimos unos cuantos contactos y me traigo muy buenas sensaciones porque gustaron mucho los vinos y en San Francisco se ve un ambiente diferente a Nueva York, con gente mucho más cercana, más abierta, más bohemia… como muy cosmopolita.

La jornada siguiente, además de las fotos de rigor de los tranvías, las calles empinadas y las casas de madera, Diego y yo nos fuimos de investigación policial siguiendo el rastro del importador ‘perdido’ al que aludía anteriormente. En el muelle localizamos el almacén donde se encontraban nuestros vinos hace años: Pier 23. Una nave enorme y con aspecto abandonado de esas típicas de las películas donde entran los coches y se intercambian las armas, los rehenes o la droga por los maletines de dinero. Pero ahí estábamos ‘Starsky y Hutch’ siguiendo la pista. Pese a las continuas advertencias de prohibido el paso, vallas, señales de peligro… allá que nos aventuramos.
La primera sorpresa fue encontrar, junto a unos cajetines para la correspondencia, unas listas con distribuidores y el nuestro tachado. Nada más subir unas escaleritas nos topamos con un tío conectado al oxígeno y apoyado en una mesa que, juro que parecía más muerto que vivo. Le dijimos que íbamos buscando información y, sin llegar a hablar en ningún momento, nos señaló en una dirección. Aún con el susto en el cuerpo llegamos hasta un mexicano que a su vez nos derivó a su jefe… hasta que dimos con el supervisor, un tipo muy agradable que resulta que era el que le llevaba la logística y la distribución al tal Troy Davis y quien le almacenaba las cajas de vino. Se interesó por si ya nos había pagado y se ofreció a informarnos del stock de nuestro vino, añadas… Para hacernos cargo del tema nos remitió a la chica que estaba gestionado el stock, quien además nos explicó con pelos y señales cómo funciona la logística en EEUU y cómo podíamos hacer llegar una caja desde el puerto hasta cualquier punto.

Tomamos muy buena nota de las enseñanzas y nos fuimos a recorrer San Francisco. Y lo que son las cosas, entramos en un restaurante peruano alucinante: La Mar, que tiene distintos establecimientos por todo el mundo, uno de ellos en México DF que curiosamente estuve yo impartiendo una cata de Martín Berdugo el día de su inauguración. La deslumbrante y no siempre suficientemente ponderada cocina peruana puso un excelente broche a un viaje que, pese al ajetreo, fue totalmente delicioso.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Al otro lado del charco (II). Bodeguero en Nueva York












El día 20, madrugón, vuelo hacia Nueva York y directos a la feria. En esta ocasión también de la mano del ICEX, en colaboración con la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Nueva York y las Cámaras de Comercio de Valladolid y A Coruña tomamos parte en el The Spanish Wine Cellar &Pantry, una degustación de vinos y alimentos gourmets españoles que tuvo continuidad en San Francisco.
Una atractiva cita en el Gothan Hall, donde nuestros vinos pegaban estupendamente con el monumental entorno, en la que tuvimos la oportunidad de dar a conocer Martín Berdugo a buen número de importadores, distribuidores, restauradores y otros profesionales del vino.

Estados Unidos es un mercado por el que merece la pena apostar. Las exportaciones de vinos españoles alcanzaron en 2008 los 2.578 millones de euros, de los cuales 200 correspondieron al país norteamericano. Un territorio que actualmente es el tercer consumidor mundial de vino, sólo superado por Francia e Italia, y que en 2010 se prevé que se convierta en el mayor mercado de vino del mundo. Es un sitio de futuro y con un público superreceptivo al vino en general y ahora muy abierto al vino español. Hay una corriente latina muy fuerte, a la que tratan de sumarse los franceses y por eso lo llaman latino, aunque los que realmente están pegando fuerte son los hispanoamericanos.

Es alucinante porque a nosotros nos tienen un poco desubicados en general, no saben muy bien si somos del nuevo mundo, si estamos en Hispanoamérica, por un lado nos relacionan con Europa y una elaboración tradicional, por otro con el nuevo mundo y con Hispanoamérica…y entonces estamos entrando en muchos sitios. Como la cocina española desgraciadamente no se está implantando al nivel que debiera, sin embargo hay un montón de hispanos que están estableciéndose allí con bares y de tapas y estamos teniendo oportunidades y es uno de los grandes nichos de mercado. Por eso creo que la vía de entrada desde Miami puede ser un acierto.

A la salida de la feria, el descanso del guerrero. Llegamos con lo puesto y nos recomendaron un hotel, el “Amazing” Room Mate, genial situado y muy bien de precio para lo que te cobran por allí. Tenía una piscinita con un ambiente increíble. Nos pegamos un bañito tan ricamente después de la feria, porque estábamos muertos. En esos días es que prácticamente no comíamos, solo por la noche. Pero no todo va a ser sufrir!

A continuación los chicos de Wines fron Spain nos invitaron a un concierto de Bach, alucinante, maravilloso, se nos caían las lágrimas. Fue increíble porque en ese momento creí que estaba subiendo al cielo.

La sorpresa nos la llevamos de regreso al hotel. Nos encontramos con una salvaje fiesta gay en la piscina con un montón de tíos en pelotas, otros en calzoncillos, otros allí montados…¡Toma doble moral americana!. Tengo que confesar que nos acojonamos. Nos pusimos ‘contra la barrera’ y salimos disparados para la habitación, aunque a buen seguro que alguno pensó que en ese ambiente Diego y yo también éramos pareja.

Y pese a que apenas hubo tiempo para el turismo, si hay algo que me sorprendió de La Gran Manzana, es que es una cuidad de contrastes, donde los grandes rascacielos conviven con espacios llenos de sensibilidad donde crecen las flores. Unas calles donde ves las oportunidades que te brinda este país, pero también la dureza y la miseria, pudiendo encontrarte a Naked Cowboy, un friki clásico neoyorkino que sin ningún tipo de complejo toca la guitarra en fardahuevos, o ver a un tío superrico con un vagabundo al lado. Estampas que por momentos me traían a la memoria el conmovedor y crítico poemario de Lorca.

lunes, 18 de mayo de 2009

Al otro lado del charco (I). Chicago, contagiados por el espíritu de Obama












Llevo unas semanas que no paro, cual Willy Fog en su alocada carrera contra el reloj para completar la vuelta al mundo en 80 días, con apenas tiempo para deshacer las maletas y sentarme a compartir mis experiencias o reflexiones. Acabo de regresar prácticamente de Fenavin, en Ciudad Real, pero unos días antes salté el charco bajo el objetivo de, aprovechando la celebración de tres importantes certámenes enológicos, reorganizar nuestro esquema de comercialización en Estados Unidos.

Exportamos al mercado norteamericano desde el año 2003 y en este periodo hemos conseguido colocar allí el 7% de nuestra producción. Sin embargo, el importador que teníamos ‘desapareció’ y al parecer ‘emigró’ a Australia y le perdimos el rastro. Afortunadamente tuvo ‘la consideración’ de no dejarnos a deber ningún pedido, aunque eso sí todo apunta a que presuntamente el pufo se lo emplumó al banco que emitió la tarjeta de crédito.

Hasta ahora él era el único cliente y estábamos en sus manos; una persona con la que a la postre no tienes nada en común y que no encaja con la filosofía de la bodega. Ahora vamos a relanzar el tema, cambiando de enfoque. Hemos fichado a Diego, que vive en Miami, y es el agente con el que vamos a montar la importadora allí. Es quien va a ser la imagen de Martín Berdugo en EEUU y se encargará de ir a visitar a los clientes finales, para saber exactamente dónde estamos vendiendo. Después buscaremos a los distribuidores y nos encargamos nosotros mismos de hacer todos los trámites de importación, almacenar el vino en Miami y desde allí hacerlo llegar a todo el país.

Pues ya con las ideas claras, Diego y yo nos lanzamos a la conquista del ‘territorio americano’. Nos hemos pateado juntos ni sé los kilómetros, bajo el sol y bajo la lluvia, aunque siempre cantando. Comenzamos por Chicago; conocida coloquialmente como Second City (la Segunda Ciudad) aunque no sé por qué, porque en realidad es la tercera con mayor número de población tras Nueva York y Los Ángeles. Allí participamos del 17 al 19 de abril en la segunda edición del World Wine Meetings América, un encuentro de negocios entre más de 100 productores de toda Europa, Argentina y Australia con importadores de toda América.

La feria se celebró en el Embassy Suites Dowtown y resultó muy interesante porque hicimos buenos contactos, aunque fue agotador ya que funciona con reuniones programadas entre interesados de ambas partes y teníamos ininterrumpidamente citas cada 40 minutos con distintos importadores y distribuidores.

Pese al ‘maratón’ hubo tiempo de dar una vuelta por la ciudad y en cada rincón descubres imágenes que te llenan, época de tulipanes, con la primavera dejándose sentir. Uno de los lugares que más me impresionó fue la escultura de Jaume Plensa en Millenium Park. Es el monumento a la comunicación, a la reflexión, a la energía, al acercamiento, a la naturaleza, a la luz, a la calidez humana… Todavía tengo los pelos de punta. Y visita obligada era el Green Mill, en sus túneles Al Capone almacenaba el
Alcohol y os juro que parecía que acaba de salir por la puerta.
Y por todos los lados se siente la presencia y la energía renovadora de Obama. En su ciudad se respira un ambiente de esperanza y nosotros aprovechamos para encomendarnos a su imagen pidiéndole que nos ayude a vender vino. (Continuará).

sábado, 25 de abril de 2009

Cómic en versión mini


Nadie puede cuestionar a estas alturas que la elaboración de un buen vino es todo un arte, ¿el décimo acaso, aunque ese título también lo pretendan los videojuegos o incluso la cocina? En la bodega hemos apostado desde el principio por aunar cultura y vino de cara a captar el interés de un público inquieto y con ansias de experimentar. La arquitectura de vanguardia y el diseño han estado muy presentes a la hora de concebir y desarrollar nuestro proyecto y estamos convencidos de que el mundo de la vitivinicultura marida a la perfección con todo tipo de manifestaciones artísticas. Fieles a esa filosofía, de cara a propiciar un acercamiento entre bodega y cliente a través del establecimiento de líneas de comunicación creativas, pusimos en marcha con mucha ilusión un concurso de micro-relatos, una exitosa cita literaria que este año alcanza ya su tercera edición y cuyo trabajo ganador luce año tras año en una edición especial de botellas Martín Berdugo.

Este 2009 hemos decidido dar un paso más y nos hemos lanzado entusiasmados a convocar un nuevo certamen artístico en versión mini, en esta ocasión centrado en el cómic porque otra de nuestras obsesiones, como ya he puesto de manifiesto en anteriores entradas del blog, es acercar la cultura del vino a la gente joven –los consumidores del futuro- desmitificándolo como un producto exclusivo de grandes entendidos. La historieta, por utilizar el término patrio, es una manifestación creativa que goza de una enorme popularidad y predicamento entre este sector de la población –y fieles seguidores de mayor edad, entre los que confieso que me encuentro- y hay que aprovechar todas las cartas. Ahí está el ejemplo de la edición del primer cómic manga japonés sobre vino, titulado Les Gouttes de Dieu (Las Gotas de Dios), cuyo primer número apareció en noviembre de 2004, que ha sido una auténtica revolución y ha revitalizado el mercado allí donde ha sido publicado disparando las ventas de todos los vinos que menciona logrando algo que hasta entonces habían sido incapaces de conseguir costosísimas campañas de promoción.

Se trata de que los jóvenes sientan la curiosidad de conocer más acerca de este apasionante mundo mostrando entornos afines a sus actuales inquietudes, haciendo más cercano y entendible lo que de momento no les llega: la verdadera magia y el buen ambiente que se crea en torno al vino. Porque no hay que olvidar, como señala Umberto Eco, que “el cómic es un producto cultural que funciona como refuerzo de los mitos y de los valores de una época”.

La convocatoria ya está en marcha –ver bases en www.microcomic.com- y hasta el 23 de agosto aún hay mucho tiempo por delante para coger los lápices o el ratón -los no iniciados podrán diseñar su propia historieta on-line con los círculos Martín Berdugo como protagonistas por medio de un original programa informático- y compartir los buenos momentos a través de las viñetas.

jueves, 2 de abril de 2009

Adiós al letargo











Se acabó el letargo. Pese a la tímida y gélida entrada de la primavera la viña ha despertado ya de su sueño. Tras el periódico y reparador descanso invernal la savia vuelve a fluir por las cepas ante la llamada de la nueva estación y la vid comienza ‘a llorar’ en un signo inequívoco de que el ciclo vegetativo vuelve a arrancar.

Las nevadas y las bajas temperaturas retrasaron los trabajos en la viña a comienzos de
año, pero Las condiciones climatológicas nos dieron por fin un respiro y esta misma semana hemos terminado la poda en seco en la finca. Un pago de 87 héctareas con un sistema de conducción en espaldera en el que hemos apostado por una formación clásica de doble cordón.

Bajo la filosofía de obtener la máxima calidad del fruto limitando rigurosamente la producción, con valores bastante por debajo del máximo de 7.000 kilos por hectárea permitido por el Consejo Regulador, para nosotros la poda es una de las labores fundamentales puesto que, en función del número de yemas que se dejen, constituye un primer control del rendimiento que, en función de la evolución de la campaña, se corregirá definitivamente más tarde mediante la poda en verde y el aclareo de racimos..

Con carácter general optamos por dos yemas en cada pulgar, y seis de estos por planta, aunque realizamos algunas variaciones en función del potencial vegetativo de la planta, reduciendo el número en las más débiles y aumentándolo algo en las que tienen más vigor para de esta manera controlar el crecimiento, ajustando posteriormente la carga.

Uno de los aspectos en los ponemos especial cuidado es en mantener la sanidad de las plantas aplicando cicatrizantes en las heridas producto de los cortes de la poda. Un tratamiento que evita la entrada de microorganismos, especialmente hongos, que pueden afectar a la madera y ocasionar futuro daños.

Ahora estamos terminando de sarmentar y aunque aún habrá que esperar unas semanas para asistir al “milagroso” espectáculo de la brotación, lo cierto es que al pasear por el viñedo ya comienza a sentirse, como si de un cosquilleo se tratase, esa energía vital latente que anuncia que ya está en camino la nueva cosecha.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Encuentro Verema, una gran familia
















Como los sufridos cómicos de la legua que inmortalizó Fernando Fernán Gómez en la magistral El viaje a ninguna parte, la gente del mundo del vino también está acostumbra a ‘girar’, aunque eso sí con menos penurias, de feria en feria, de ciudad en ciudad y, en esta época de globalización, de país en país para intentar abrirse un hueco en este competitivo mercado, porque aquello del buen paño en el arca se vende pasó a la historia hace ya mucho tiempo.

Del 27 al 28 de febrero tuve oportunidad de participar en Madrid en el VIII Encuentro Verema, un portal de internet que aglutina a una gran comunidad de aficionados al vino, con más de 19.000 usuarios registrados que constituyen una auténtica familia virtual. Una cita que reunió a más de 70 bodegas de nuestro país y una escogida selección de elaboradores extranjeros.

Confieso que el cielo gris que me encontré a mi llegada a Madrid no auguraba para nada lo que posteriormente sentí, porque una vez allí me pareció alucinante que gente de todo el mundo se hubiera desplazado para participar en unas jornadas de este tipo. Y he de reconocer que lo que más me chocó fue la inquietud de la gente y el papel catalizador que ejerce el vino a la hora de acercar y unir a personas de puntos tan dispares.

El encuentro estuvo de cine, organizado con una gran profesionalidad y un interesantísimo programa. Martín Berdugo participó en la miniferia en la que dimos a probar nuestros vinos y por allí pasó tanto gente que ya nos conocía de ocasiones anteriores como otros que nos descubrieron. Fue un ambiente muy agradable. Además tuve la suerte de disfrutar de la compañía de un gran maestro y amigo, el genial profesor de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid, José Ramón Lisarrague, polémico donde los haya por sus teorías sobre el riego de la vid, y que estuvo pletórico como siempre. ¡Es un fenómeno!

El encuentro nos dio la oportunidad de catar unos vinos interesantísimos de la Ribera del Duero, cavas con largas crianzas, navarros maravillosos o sutiles alemanes. Y también, por muy increíble que pueda parecer, pude comprobar las distintas sensaciones que te provoca un vino según el tipo de copa en que se tome. ¡Sorprendente!
Al final del Encuentro Verema tuvimos la cena maridada con un broche final espectacular un Ice Wine (vino de hielo) de Canadá, un espumoso dulce con crianza: Curiosísimo y todo un descubrimiento.

Desde aquí quiero dar las gracias a la gente de Verema, Álvaro Cerrada, y a todo su equipo por esta enriquecedora experiencia. ¡Nos vemos en el IX encuentro!