jueves, 17 de diciembre de 2009

Una apuesta firme por el medio ambiente







Desde que plantamos las primeras viñas allá por 1990 siempre hemos tenido clara nuestra apuesta por cuidar al máximo nuestro entorno. Un respeto que se refleja ya claramente en el cultivo del viñedo, con la práctica de una agricultura integrada que utiliza al máximo los recursos y los mecanismos de regulación naturales y asegura, a largo plazo, una agricultura viable y sostenible. Un modelo en el que los métodos biológicos, las técnicas de cultivo y los tratamientos son escogidos con esmero y en base a la racionalidad y buscando un equilibrio entre el medio ambiente, las exigencias sociales y la rentabilidad, porque tampoco hay que ser más papistas que el Papa.

Uno de los objetivos es reducir al mínimo el impacto medio ambiental del uso de productos químicos tanto en viñedo como en bodega, en nuestro caso únicamente tratamos si hay un riesgo importante de que se produzca enfermedad ó detectamos algún indicio de plaga en alguno de nuestros puntos de control.


Ahora acabamos de dar un nuevo e importante paso en esta cruzada verde con la obtención de la certificación ISO 14001: 2004 para nuestro sistema de gestión medioambiental, que viene a sumarse a la ISO 9001 que nuestro sistema de calidad exhibe ya desde 2005, siendo una de las primeras bodegas de España y una de las pioneras de la Denominación de Origen Ribera del Duero en obtenerla.

Esta acreditación asegura que la bodega aplica minuciosos controles dirigidos hacia un mejor aprovechamiento de los recursos así como una minimización de los residuos que genera el proceso productivo. Y para nosotros es un orgullo porque somos una de las pocas empresas vitivinícolas del mundo en que el alcance de ambas certificaciones internacionales contemplan, además del proceso en bodega y la comercialización, también el viñedo
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He de confesar que desde comenzamos a trabajar para implantación allá por 2008 los trámites han resultado más fáciles de lo que esperábamos, porque ya estábamos haciendo las cosas bastante bien, aunque sí ha supuesto un esfuerzo inversor tremendo porque, junto a medidas adoptadas para la reducción del consumo energético, hemos cambiado la depuradora para ampliarla y ahora todo el agua que utilizamos para la limpieza de la bodega es el mismo que tras la depuración reutilizamos para riego, de esta forma conseguimos cerrar el ciclo, no haciendo ningún vertido.

Lejos de un simple reconocimiento que invite a la relajación, la certificación constituye la adquisición de un nuevo compromiso por continuar haciendo bien las cosas de cara a legar a las generaciones venideras un mundo habitable en línea con la filosofía de siempre ha defendido la bodega, que no es otra que tratar de mejorar nuestro entorno. Con el vino pues tratando de aportar un poco de felicidad y de alegría y mejorar la comunicación, y con respecto al tema medioambiental tratando de tener un impacto en el medio que nos rodea a ser posible nulo. Nuestra huella ecológica habla por nosotros.